Camino a mi casa encontré algo muy interesante para pintar, por lo que al llegar tomé la cámara y salí a buscarlo. En efecto lo era, lo fotografié y todo parecía listo, pero de vuelta me detuve frente a varias esferas de hormigón, algunas rayadas, otras accidentadas… me parecieron de lo más aburrido que podía pintar, realmente poco atractivas -*click*, foto. Pensé en la serie de “doce cosas” que me he encontrado en el camino –y que estoy apunto de completar–, y de repente me pareció un buen contraste en el grupo.
Es realmente poco pictórico, casi pura textura, la silueta no es nada… Era tan mala decisión en tantos aspectos que realmente comenzó a llamar mi atención. Es una de las pinturas más difíciles que he hecho, porque no hay ningún hito de donde agarrarse, pero siempre trato de pintar algo que pensaba que no podía pintar algunos días atrás, eso es lo que me interesa… Porque es tanto mejor la sensación de lograr algo que pensaba que no podía hacer, que pasarla bien haciendo algo qué sé como hacer… que simplemente lo hice…