He estado muy pendiente de cuán presente debiera estar la mancha en mis pinturas… creo que la respuesta va a aparecer sola con el tiempo y naturalmente se va a decantar este problema en un gesto natural, como una costumbre de la que no me puedo deshacer, pero por ahora es una idea que está presente mientras pinto. En particular esta pintura y la textura de las manos, exigía una presencia constante de la pincelada, que pudiera dar con la materialidad de la piel, y tal vez eso me tiene pensando en el problema…
Por ahora, esta pintura –así como en la anterior– tiene un giro en la paleta de colores, en este caso se vira hacia los magentas, tratando de buscar pequeños desafíos que me permitan estar atento al momento de pintar, y me eviten caer en fórmulas, además de tratar de mantener los colores luminosos y saturados.