Para esta pintura logré manejar mejor las veladuras, o mejor dicho, el uso de varias capas finas de color. En este caso las veladuras las utilicé para lograr las manchas y marcas de suciedad, además de las pequeñas rayas y cambios color. Creo que buena parte de esto tiene que ver con que he ido ganando en paciencia y entendiendo cada vez mejor el óleo; puedo esperar más entre proceso y proceso, y puedo pensar en varios pasos con anticipación, saber que «tal» o «cual» materialidad la voy a lograr luego de aplicar equis color sobre otro.
Lo importante ha sido no sólo buscar el color correcto –ningún color es plano en mis pinturas–, sino también, ahora me estoy preocupando mucho más en la textura, en la materialidad, en que algunas áreas quiero que sean más etéreas y otras más pesadas, etc…