Esta acuarela, a partir de una fotografía que tomé en el Museo del Oro en Bogotá, muestra una ocarina en forma de oso datada entre 900 d. C. – 1600.
Adjunto un fragmento de la descripción que encontré:
Esta flauta se soplaba por un orificio rectangular ubicado arriba, entre las orejas, y sus sonidos se modulaban mediante los orificios de digitación a lado y lado de la cara y en el ombligo.(…)
Vemos aquí a una persona que porta una gran máscara que se apoya en los hombros y termina bajo el motivo en zigzag. Con los brazos en jarra, la apariencia masiva de la figura hace pensar en un oso, más que en un felino, pero esta opinión ameritaría un análisis comparativo de muchos objetos semejantes. (…)